La Poeta...

UNA PARTE

Una parte, un todo
está apretando mi coraza…

Congelaste las palabras
de mi alma…

La nieve se derrite…

Mi corazón es un nido abierto
donde las palomas no regresan…

Los silencios se diluyen,
entran en el espacio de mis venas
hasta hacer de los latidos
su condena…

Un nudo se mece en la cavidad
de mis arterias,
estrangula con lágrimas
aquellas letras perdidas
donde la luna dormía al sol…
donde el sol vestía a la luna
con su luz…

Mis caminos son extraños…
La razón no admite comprensión
Son irracionales tus actos…

Los valores se perdieron…
No hay cuenco que sustente
tanta decepción…

El silencio y estas palabras son
mis únicos testigos…
El dolor se disfraza de sonrisa…
pero mis dedos coquetean con
el blanco de esta hoja
sobre la que escribo…

Una jaula abierta es el tiempo…
Siempre el tiempo…
Los momentos…

Cuando se dilatan los segundos…
tornan igual de libres y se escapan
como el silencio de un pájaro
que vuela sobre tierras extrañas…

Hoy no tengo esperanza… pero sigo…
Pero sigo…

Me gustaría poder volver a pisar
de espaldas mis huellas
para entender…
Pero no…

Somos extraños seres
que disuelven su esencia
creyendo que es única…
que es el cáliz que da vida…

Pero hay quienes no quieren beber…
Temen… temen… o no saben
qué licor desean… y cuando todo se va…
Nada regresa…

Ni los ríos mantienen sus aguas…
Todo se agota…

Quisiera creer en la eternidad…
pero ni las palabras se mantienen…

Esta agonía que es el hombre,
muere en cada trecho que vivo…

Quisiera entender…
poder limpiar el reflejo de
aquel espejo roto…

Pero no hay claridad en el mañana…

Quisiera arrancarme de cuajo el corazón,
meterlo en un avispero y dejarlo morir…

Pero late
aún con el silencio de la nada…

Un día llegaré a comprender
esos actos…
y por qué las palabras parecen inmortales…
Pero no…

Somos tan reales…

Un bosque seguro
se vuelve oscuro al andar.
Las horas se esconden tras los árboles
de la inocencia…

Hay sombra donde cobijarse…
Aún así… nada se detiene.

Quisiera gritar
y disimular mis lágrimas
pero nada es lo que parece…

Un día quizá,
sepamos apreciar
que somos una parte de un todo…
y es absurdo vivir sin eso…

Pero esta parte que soy yo…
la alejaste de tu todo con mentiras…

La mentira…

La verdad…

Y allá… más allá del tiempo…
mi rostro…
envenenado con aguas transparentes…

Deberíamos tener la capacidad
de saber…
pero aún sabiendo…
las palabras abortan,
se acorralan,
escapan de su cielo…
y se desnudan…
hasta que son enterradas por
el dolor de un sueño roto…

Un ave no es nada sin sus alas…
aún así… intenta volar…

El hombre…
El hombre no es nada sin sus palabras…
y, cuando éstas se resbalan…,
cuando éstas se disfrazan de un lenguaje difuso…
¿Dónde van las otras? …

¿Morimos de silencios?

No hay nada que permanezca callado…
Siempre está el latido del eco
recordándonos su sonido.

Aún así
el viento renace cada día
con las nubes veloces
que son nuestro alfabeto.

Un sinfín de sonidos
recorren mi tiempo…
y cada noche, duermen
en silencio.