La Poeta...

TE QUIERO CLAUDIA

Cariñitos del alma van volando eternamente,
Ligeros abrazos se asientan en el cielo,
Alas blancas iluminan el presente y
Una sonrisa nos trae el recuerdo…
De todo lo que vuela en la inmensidad…
Imágenes pequeñas pero tan grandes…
Ahora y siempre descansan en paz.


(Para mi sobrina Claudia con todo mi amor, siempre cerca de mi corazón)

Voz Callada

Si mi voz fuera huella eterna
en el costado de la tierra,
buscaría un refugio
donde apaciguar las palabras…

Si mi voz fuese senda estrecha
en la quietud de un bosque,
treparía a los árboles
para sostener su eco…

Pero mi voz se calla
como un río seco
a punto de enterrarse…


Recitado de Voz Callada

HAY PÁJAROS

Hay pájaros que no saben qué son…
Vuelan noche y día
rondando rincones solitarios…

Sus alas giran torpemente
reencontrándose en la maraña de viento
que crean a su alrededor…

Hay pájaros tristes
que ni saben qué es la tristeza
pero sienten en su pluma
el bagaje de los crepúsculos…

Pájaros silenciosos
que lloran sobre las nubes
los suspiros nostálgicos…

Pájaros ciegos de esperanza,
mensajeros de una verdad eterna,
perenne, inmortal… ;

“La verdad de la existencia
tras su vuelo”.

Lago VIII

Un árbol se refleja en el estanque
mientras, al otro lado de la ciudad,
tiembla la campana ronca de un preso.

Un pájaro regresa al nido sin dueño
mientras, más allá del bosque,
el árbol, se sigue reflejando en el estanque…

CÍRCULO VIII

La noche sueña día
mientras el eco de este alma reposa
sobre una cama fría...
Vuela la mariposa
por áreas donde el recuerdo se posa…

... Círculo VII ...

No hay caminos justos donde reposar la Esperanza...
Si tienes sed encuentras pan.
Si tienes hambre encuentras agua...

Pero ningún camino nos lleva a la Paz
sin antes haber llorado distancias.


... ALAS ROTAS

¡Otoño seco que reciclas hojas de cristal!
Sólo soy el precipicio de una latente llama,
taciturna, muerta,
víctima del tiempo…

¿En qué ojos se ha clavado el recuerdo?
Tu luz se sacude en mi lecho.
Se retuerce el alma
como un demonio en desecho,
su débil equilibrio agoniza
en la esquina de mis vísceras….

Paulatinas horas que tropiezan con la luna,
esfera absurda de una roca muerta.
Ni sal, ni arena, ni olas, ni mar…
El instinto de un transeúnte desalmado
acecha en la puerta de mi piélago.

¡Invierno triste que estrenas lluvias de metal!
Sólo soy la constelación de una anoche amarga,
abatida, lánguida,
presa del viento…

¿En qué gotas se ha mezclado el silencio?
Tu rabia se apodera de mi pecho.
Se agrieta la estampa
como una tierra en deterioro,
su clara imagen declina
en la túnica de mi sombra…

Paulatinas horas que tropiezan con la luna,
esfera absurda de una roca muerta.
Ni sal, ni arena, ni olas, ni mar…
El instinto de un transeúnte desalmado
acecha en la puerta de mi piélago.


TIERRA DE OLIVOS

De vez en cuando me gusta mirar atrás y ver aquellos poemas que escribí hace ya algunos años... Éste es uno de ellos. Porque la tierra... es la tierra, es el agua de nuestra raiz. Sé que un día la echaré de menos pero espero tener un mar al que mirar, intentaré estar cerca siempre para regresar cuando la nostalgia me visite...


He buscado un rincón del sentimiento,
he humedecido mis labios con el viento,
sólo he encontrado el frío torso de tu cuerpo,
aquel que ha gastado su piedra con el tiempo.

He homenajeado cada instante de tu piel,
aunque curtida de piedra
y hecha de miel,
percibía sobre mí
los pedazos de la aurora.

He coloreado cada recuerdo de azul,
he viajado por nubes aún sin estar tú...
y al final de mis días
he encontrado que me falta tu aliento.

Porque sin ti,
soy como un espejo sin reflejo
que huye despavorido del momento.
Porque sin ti,
soy como el mar sin sus olas
después de contemplar un vuelo de cigüeñas...
Porque sin ti; TIERRA DE OLIVOS...
soy como un niño pequeño
en brazos de nadie.

COBARDES

Vetusta callejuela que te atavías al desnudo,
adornas con lágrimas los suspiros de la aurora
y el sendero que te guía se viste de oro puro
para dar luz y cobijo a la esquina que él adora.

El contorno de unas luces que se observan desde el cielo
se quebranta como el llanto de una rueda sobre asfalto,
mas los días y las noches que confunden tu aspecto,
hoy más largos y más densos se deleitan desde lo alto.

Las mañanas han cambiado el rumbo de tus sombras…
¡Volveremos a lanzar cometas al aire!
¡Volveremos a bailar sobre llantos cobardes!
Más los días y las noches serán serenas tardes.

LUCIÉRNAGAS

Las luciérnagas se alargan para alumbrar tu noche.
Se extienden minúsculas alas que, con giros torpes,
acaban atrapando a las sombras de tu cuerpo.

Las luciérnagas se esconden para dormir al sueño.
Se encogen diminutas formas que, con silencio vago,
terminan despertando al hada de tu lecho…

Las luciérnagas se enredan para conjurar tus deseos.
Se extienden, se encogen…,
concluyen abrazando tus anhelos en siete besos.